Corriente contigua y alterna- y La quinesis del mundo de Magui y su tortuga.

Atribuyo a la lluvia, -genial fenómeno meteorológico- una esfervescencia diferente.
Más que suficiente. Viajé. Y el cerebro me quedó como un chicle top line masticado por 4 horas pero sobreviví.


El paisaje corto mi piel y la música entro en mis ojos alfombrandome todos y cada uno de mis iones y planteos isosceles. ¿Quién le teme al llano? ¿Puedo enrielar mi vida para no ser masilla fresca moldeada por una cultura anestésica, calcando siempre en mis apuntes las mismas palabras?


Hoy en día, la espera me agotó. Y ante la eminente presión de tus moléculas ficticias en mi, descubro en este bioma sentimental libertades que nunca tuve tan claras. Como que el ochenta por ciento de mi vida no me compete; que el aloe vera es buenisimo; que me cuesta demasiado mirar a los ojos; que tengo los pies firmemente plantados en el aire; que las familias son como los llaveros y que derrocando mi autoridad cada vez es más dificil partirme el corazón.



Yo no pido tu extremidad, ni jugar al polo con elefantes.
No quiero escribir más ensayos sobre la melancolía y la mediocridad. ¿Porqué siempre estoy igual cuando pienso que estoy igual? ¿Porqué se me alborotan mis placeres? Decime cual de los dos es el sueño real.


Cuando lo pienso, me doy vuelta y veo el raspón desinfectado de los que tratan de quedarse dormidos. Me chocan más olas. Sólo son unos días más. Los próximos pestañeos me asesinarán y destaponarán más mi mundo.


Bueno no hay árbol que el viento no haya sacudido y mi mente tiene vida útil. Asi que paro inmediatamente de llorar con un solo ojo sin motivo y dejar de buscar en tu pequeña mente la inundación de este pseudo amor demócrata. Me cuesta, no tengo nada por que llorar.






¡Todos los que son estúpidos lo son, y además también lo son la mitad de los que no lo parecen!



-Yo a vos no te creo nada, ¿cómo vos vas a creer en mi?-