Para que en la radio digan

Miren. La plantas se miran solas, se juzgan entre ellas. Después de que una termina bailando "la isla bonita" en cancanes es muy difícil andar tratando de eludir que estoy recalentando la comida que dejaste para el almuerzo.
Pero estoy acá para otras cosas.
Me comprometo a exponerlos a lo de siempre y necesito que ya hagan lo peor, como sacar la basura que queda en la pileta después de lavar los platos, limpiar cepillos llenos de pelos y con una servilletita retiren los excedentes que quedan en las tapas de todas las cremas o líquidos que se tornan mantecosos.
Es casi como limpiar la heladera. Tareas napoleónicas innecesarias, ir a la morgue de los residuos domésticos y mentales.

Pensar en positivo aunque una le tenga ganas al bar en la playa. Peor es salir por el canal 26 con unos lentes gigantes y un exuberante y pomposo brushing que no desentona con el rush rojo cadmio, los aros circulares de oro y las uñas nacaradas.
Me estafaron los usureros amorosos y todavía no entiendo porque no uso una media de diferentes pares.