Me encanta hundir el Titanic.(Depresiones asistidas)

Conmigo no va el melodrama pero entre los primeros puestos de mi top 5 de estados anímicos preferidos encuentro muy agradable hundir el Titanic. La expresión suena un poco trillada pero me gusta igual y hasta dice mas de lo que realmente sugiere. El día en que me levantanté y hacia frío, cuando me hicieron muchas preguntas y todavía me llegué a sentirme. Cuando llegó alguien a donde estaba, con mucha energía todos se le empiezaron a pegar como abrojos entusiasmados. Cuando los enamorados se desenamoran y nadie riega las plantas. Cuando soy víctima de una pequeña injusticia doméstica pero me harto porque es la quinta vez que te pasa. Cuando me veo tirada en una silla muy sola y tan rodeada de gente. Cuando preferí agua en vez de jugo o se queman las tostadas de mi lucidez. Cuando lo patético no es una opción sino una elección hundís el titanic.

Este típico estado de adolescente premenstrual a veces se me vuelve rutinario, en muchas tardes grises invernales y, es casi como un ritual automático y macabro, ponerse lo peor de lo peor del placard y encontrar consuelo en una película romántica predecible, adjuntando algo masticable de la heladera sin discriminar.

Me encanta hundir el titanic! Y ser insignificable, insípida, corrugada y desteñida. Tiene ese nosequé tan particular.
Y por supuesto lo mejor para el ultimo, cuando ya tu batería tiene tres rayitas viene la decisión crucial "hundirse o seguir boyando", bueno los dejo a su criterio.Ya van a llegar las noticias cruzando el mar.





"Yo quiero ahogarme en el río y voy a ahogarme en el mar , voy a salir de este
lío mientras pueda escapar, voy a poner una bomba virtual para hundir el
titanic".

"Quiso sacarme del río y sacarme del mar, quiso sacarme del lío sin correr ni rezar, pero en esta fiesta se quiso quedar, y se hundió en el titanic".