Algún día voy a encontrar una palabra que sea como una mano abierta y cerrada al mismo tiempo.
Voy a encontrar una palabra que detenga tu cuerpo
y lo de vuelta,
que te abra los ojos como un dios sin nubes y use tu boca.
Capaz que vos no la escuches
o no la entiendas,
no va a ser necesario,
va a ir adentro tuyo como una rueda
recorriéndote de punta a punta
haciéndote mío y no mío
y no va a parar
ni cuando ya no estés más.
Esto lo digo cuando creo que todo corazón es un testigo y una prueba segura de que la vida es una escala inadecuada para trazar un mapa.
(Decir:"Me preocupa que me empiece a funcionar el corazón de nuevo."
Como si dijera:"Malditos pobres me contagiaron de hambre."
Buscar el famoso"Apéndice ilustrado")
Detalles privados no tan menores: hombre luna pegate un tiro.