Delta e islas mentales - Consumir tutucas con eficacia - Magui en la tierra sin Diamantes

Cuando un diamante esta cortado en ángulos y proporciones exactas, sus caras internas actúan como espejos.

Creí que lo conocía a él, porque me llevaba al sitio donde todas las cosas se encontraban. Pero, mientras pensaba en lo que acabo de escribir, una masa de aire me encuestó y proliferaron en mí un montón de imágenes prolijas que se creyeron impunes.
Un cruel conjunto de usos y costumbres me torna inapetente.
Hasta que entre unos ruidos reconozco tu voz. Estaba muy segura, porque, independientemente de ejercito casi todo el tiempo mi facultad de imaginar, no había alternativas, la incisión de su musicalidad  era como un desfibrilador para mi cara y mi sistema de vida.

En mi cavernoso anonimato, divisar tu voz que era una película para mis oídos, era ver mi reflejo en ese enorme diamante de vapor sonoro. El swing de tus palabras pudo enseñarme mientras comía tutucas que globalizaste esa hermosa sensación cortando en ángulos y proporciones exactas para que tus caras actúen como espejos. Apresuradamente, analizo tu elocución para engullir todo lo que dijiste y que se hunda en mi memoria océano.
En un ritmo de vals electronico, te acercaste a mí y promediaste dos palabras insípidas en un dialecto pegajoso y sucio. Y lo entendí, pero no me tome el trabajo de explicarme que esas palabras tan comunes y pasajeras, que tuviste la soltura de declamar, eran una capa instintivo afectiva con la que  interactuas ahora. Y así, tu mirada llena de limonada engomó mi presencia haciéndola impermeable. Esperando ser un diamante en algún lugar.